La Atlántida y Marina d'Or

Aunque a más de uno la noticia nos pareciera fascinante, tras la efervescencia inicial, te asaltaba la duda: ¿es ciencia o televisión? La duda era que el estudio geológico y arqueológico para situar en el noroeste de Cádiz la mítica ciudad de la Atlántida estaba patrocinado por la National Geographic. Una institución seria, rigurosa y científica. Pero que también realiza documentales para el consumo masivo de los medios. Y hacer un documental sobre el hallazgo de la fabulosa (de fábula, leyenda) Atlántida en las marismas de Doñana, no deja de ser una garantía de éxito documental. Otra cosa, ya digo, es el éxito científico.

La noticia fue comentada con cierto escepticismo en círculos universitarios locales. Pese a recalcar que los métodos empleados para dar con la Atlántida marismeña eran los más adecuados e, incluso, algunas de esas avanzadas tecnologías se habían aplicado aquí, en Itálica, con magníficos resultados. Pero el problema está en saber qué es lo que ha encontrado el equipo de geólogos y arqueólogos del profesor Freund, de la Universidad de Hartford, Connecticut. ¿Los canales que adelantan las fotografías de los satélites son de la ciudad de la Atlántida? ¿Por qué de la Atlántida y no de cualquier otro emplazamiento protohistórico? ¿Las ondas que devolvían los radares capaces de penetrar en la tierra dibujaban los restos urbanos de la Atlántida? ¿Pero por qué de la Atlántida y no de cualquier otra ciudad desconocida y perdida bajo el limo de los tiempos? Un estimado científico de la historia, alumno de Presedo Velo, un respeto y en pie, me lo explicaba de una forma muy gráfica: es lo mismo que encontrar una fosa en Granada de fusilados en la guerra civil y sin más decir que esa es la fosa donde está García Lorca. Creo que no estoy en la obligación de explicar que este profesor siempre fue irónico, sutil y con la guasa en estado perfecto de revista.

Geólogos y arqueólogos de contrastado nivel profesional e intelectual, a las órdenes del profesor Freund y al servicio de la ciencia y de la National Geographic y sus documentales, aseguran que lo hallado en las marismas de Doñana es la Atlántida. La Atlántida es, hasta el momento, un mito histórico-literario recogido por Platón y que, de alguna forma, ha ido alimentado el oscuro pasado de nuestra civilización, con luces fantásticas sobre su desarrollo urbano, tecnológico y arquitectónico. Las diferentes composiciones realizadas para ilustrar la noticia nos transportaban a una especie de ciudad feliz, rigurosamente ordenada en su territorio urbano y agrícola, con templos donde reinaba el Júpiter tronante y el toro tartésico, pese a que la Atlántida, como mito, es rabiosamente anterior a Tartesos. Cuando vi estas ilustraciones pude comprender que el documental será un éxito, pese a que la recreación también tuviera algo decadente en su plasmación: algo así como si los atlantes vivieran en una especie de Marina d´Or pero sin campos de golf. Los científicos aseguran que volverán a trabajar y a estudiar la zona para, basándose en Platón, descubrir definitivamente el emplazamiento de la Atlántida. Hasta ahora, como dice mi estimado profesor, sabemos que han dado con una fosa de fusilados en la guerra civil. Pero no necesariamente con la de García Lorca. Aunque para hacer documentales atractivos el argumento es sencillamente prodigioso.